Las poleá, espoleas o gachas, son unos de los postres clásicos de la repostería española y que ahora son todo un top en restauración. Aunque en entre sus ingredientes lleva leche, también se puede sustituir por agua como se hacía antaño. Se solían tomar por la noche para sustituir la cena ya que es un postre contundente.
Ingredientes para cuatro personas:
100 gr. de azúcar
100 gr. de harina
50 gr. de aceite de oliva
1/2 litro de leche entera
1 cta. de matalauva
La piel de un limón
1 pizca de sal
2 cdas. de licor de anís
1 palo de canela
4 cucharadas de azúcar moreno
1 cta. de canela molida
Picatostes de pan frito ( yo utilicé pan de centeno)
4 estrellas de anís
Elaboración:
En una sartén poner el aceite y freír la matalauva y dejar templar
Poner en un cazo la leche, el aceite con la matalauva,el licor de anís, la cáscara de limón, la rama de canela, el azúcar y la harina y poner al fuego hasta que rompa a hervir sin dejar de remover con varilla de mano. Retirar del fuego, sacar la cáscara de limón y el palo de canela y pasar por la batidora para evitar grumos y dejar la masa más fina.
Servir en boles individuales y decorar con los picatostes, y espolvorear con la mezcla de azúcar moreno y la canela .También podéis añadir a la decoración un palito de canela y una estrella de anís.
Este postre se puede tomar caliente o frío.